Muchas veces nos encontramos dentro de las tareas diarias en las que nos vamos hundiendo poco a poco hasta el punto en el que se vuelve cotidiano y olvidamos lo que realmente deberíamos estar haciendo.
Nuetras vidas se llenan de ocupaciones y obligaciones terminando en el único pensamiento de terminar el día y llegar a casa mientras cumplamos con lo necesario.
Pero, qué sucede cuando decidimos dar un poco más? Qué pasa cuando escalamos el nivel de nuestro compromiso con lo que hacemos de tal modo que se vuelve un arte?
Cuando dejamos de concentrarnos en nuestras actividades y las volvemos una pasión, no importa cual sea la actividad, nuestra perpectiva cambia y hacemos que otros nos observen con más admiración.
No importa si eres un carnicero, una secretaria, un abogado, un piloto o un mesero.
Al darnos cuenta de la dedicación con la que hacemos nuestro trabajo, inspiramos a otros a hacer lo mismo.
El espíritu humano está hecho para llevar acabo dichos objetivos. Es nuestra naturaleza romper las barreras de la adversidad y lo cotidiano para darle un toque de grandeza a lo que hacemos.
Así que si eres de las personas que piensan en solo dejar pasar el día y llegar al momento de decir "ya casi llego a la casa", tómate un momento para pensar en como puedes inspirarte para hacer la diferencia.
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