Andrew Wilfahrt, se está convirtiéndo en un personaje de interés social debido a su muerte en Afganistán.Sabemos que han ocurrido muchas muertes por estas guerras que se han efectuado en el Medio Oriente, pero este caso tiene un sentido que muestra el estado ilógico que la sociedad estadounidense mantiene dentro de si misma y que no se contempla como una realidad sino como un hecho negado por la misma gente.
Andrew, fue especial para sus padres, aun después de decirles acerca de su orientación sexual. En efecto, les mencionó que el era gay y sus padres fueron testigos de las típicas molestias sociales que se generan alrededor de esta simple palabra que incluye burlas, agresiones, ataques y abusos.
Andrew decidió dar un giro a su vida y se enlistó en las fuerzas armadas, lo cual fue un orgullo para sus padres.
Debido a al rechazo del gobierno de seguir la regla de que los gays se mantuvieran ocultos en la milicia, Andrew se sintió libre y tranquilo cuando sus compañeros supieron acerca de su sexualidad, lo cual no les importó y después de su muerte confirmaron que era una gran persona y que se sentían orgullosos también de haber formado parte de su equipo.
El reconocimiento va más allá de una simple frase de "servir a su país", ya que luchó por las mismas ideologías de libertad y respeto que se anhelan no nada mas en Estados Unidos, sino en el mundo.
Lo que es sorprendente y como lo afirman sus padres, mencionan acerca de como es posible que Andrew pueda morir por su país, pero no podía ser felíz con quien el hubiera querido estarlo.
Muchos mencionan que estamos en el siglo 21, en una civilización moderna y diferente a lo que era hace 100, 200 o hace 1,000 años, pero eso solo a sucedido con las computadoras, los autos, los negocios y las casas.
Nuestra mente como sociedad sigue igual ya que por ser negro, blanco, amarillo, chino, moreno, latino, gay, lesbiana, blanco, azul, morado y cuantas diferencias haya, seguimos teniendo ideas locas y vergonzosas acerca de otras razas y preferimos desquitar los temores e ignorancia con violencia, que aprender a ver las cosas que tenemos en común, porque al final del camino, todos somos seres humanos.
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