Abrirle la puerta a una señorita a un adulto mayor es parte de ello, dar los buenos días con una sonrisa también lo es, al igual que una larga lista de aspectos que muchas veces llegamos a olvidar o que simplemente no queremos hacer o poner atención, pero el ser cortés puede hacer la diferencia en nuestras vidas si nos topamos con la persona correcta en el momento exacto.Pero la cuestión no es sonreir o saludar o ser atento. La cuestión es hacerlo con el ánimo necesario de tal modo que los demás vean que lo haces con gusto, no por obligación.
La cortesía es parte del respeto, pero es una conexión entre el respeto, tú, la emoción con que lo haces y la persona quien la recibe. Eso también te incluye a ti mismo, ya que puede cambiar tu día y la de los demás.
Es un aspecto de nuestra persona que nos hace reflejar el como respetamos a quienes nos rodean y la capacidad que tenemos para atender incluso las necesidades de otras personas.
Incluso en el estar dentro de una relación, la cortesía puede cambiar el rumbo de tu conexión con la persona con la que estás, ya que la persona que está contigo apreciará mucho que le ayudes con algo aunque no te pida la ayuda. A veces el tomar en cuenta lo que necesita la otra persona sin que te lo deje saber es suficiente para apreciarte, valorarte más y quereste más ya que el dinero y la carita se matan entre ellos, pero la cortesía y el respeto matan a ambos, así que checa bien el dato y revisa que tan cortés eres.
Quien sabe que pueda pasar.
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