Medito en mi silla oxidada por el sereno
mientras escucho el silvido nocturno pasar
y me dejo arrullar por lo suave del viento,
es tan hermoso poder remembrar
cuanto a mi madre yo recuerdo.
Oraba y ayunaba pidiendo que viniera,
arriesgando su vida para salvar la mía
fue la heroína desde el primer momento,
me cuidó y protegió, con sus lágrimas me cubrió
mientras alejaba los peligros de mi débil cuerpo pequeño.
Dedicaste horas, días, meses y años
a darme lo que hoy tengo,
tu espíritu bueno y noble
me hizo creer en Dios,
valorar a lo que me ha dado
y ser con los demás, amable.
Eres por demás bella y muy adorable,
en mi mundo no hay mujer más encantadora
pues en mi alma y mi corazón eres deseable
y siempre recuerdo tu personalidad abrazadora.
Alma sufrida y dadivosa,
noches sin descanso ni paga fueron tu martirio
mientras las mañanas sonreías aerosa
pues siempre hemos sido tu amor y tu delirio.
Abnegada, llena de amor,
con tu cabecita blanca que me dio cariño,
miles de abrazos y besos de ti he recibido
mientras que de mi parte recibiste mucho dolor.
Te amo tanto pero no te tengo para decírtelo
eres lo más grande de mi vida
y con el tiempo que nos hemos alejado
he aprendido a valorarte sin pesares o duda.
Eres la dama perfecta en un mundo imperfecto,
sufriste lo que nadie por el amor que profesaste
y me diste la enseñanza de tu sufrimiento,
al darme tu amor sin decirme lo que antes pasaste.
Adonde quiera que tu fueres,
adonde quiera que tu viajes
o a donde fuera que te encuentres
te diré cuanto te amo, pues eres mi madre.
mientras escucho el silvido nocturno pasar
y me dejo arrullar por lo suave del viento,
es tan hermoso poder remembrar
cuanto a mi madre yo recuerdo.
Oraba y ayunaba pidiendo que viniera,
arriesgando su vida para salvar la mía
fue la heroína desde el primer momento,
me cuidó y protegió, con sus lágrimas me cubrió
mientras alejaba los peligros de mi débil cuerpo pequeño.
Dedicaste horas, días, meses y años
a darme lo que hoy tengo,
tu espíritu bueno y noble
me hizo creer en Dios,
valorar a lo que me ha dado
y ser con los demás, amable.
Eres por demás bella y muy adorable,
en mi mundo no hay mujer más encantadora
pues en mi alma y mi corazón eres deseable
y siempre recuerdo tu personalidad abrazadora.
Alma sufrida y dadivosa,
noches sin descanso ni paga fueron tu martirio
mientras las mañanas sonreías aerosa
pues siempre hemos sido tu amor y tu delirio.
Abnegada, llena de amor,
con tu cabecita blanca que me dio cariño,
miles de abrazos y besos de ti he recibido
mientras que de mi parte recibiste mucho dolor.
Te amo tanto pero no te tengo para decírtelo
eres lo más grande de mi vida
y con el tiempo que nos hemos alejado
he aprendido a valorarte sin pesares o duda.
Eres la dama perfecta en un mundo imperfecto,
sufriste lo que nadie por el amor que profesaste
y me diste la enseñanza de tu sufrimiento,
al darme tu amor sin decirme lo que antes pasaste.
Adonde quiera que tu fueres,
adonde quiera que tu viajes
o a donde fuera que te encuentres
te diré cuanto te amo, pues eres mi madre.
SALVADOR DAS LÖWE
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