Últimamente he estado escuchando a muchas personas hablar del matrimonio gay, matrimonio del mismo sexo, matrimonio entre chotos o como sea. El caso es que el tema acerca de la unión legal entre dos hombres o dos mujeres, se ha vuelto tema central de conversación en todas partes.
Generalmente en TBS contamos con una base neutra para no entrar en detalles que provocan debate negativo, pero hay veces en las que de plano uno se cansa de tratar de entender a las personas que atacan este tipo de situaciones como aquellos que citan a Dios y condenan a medio mundo.
Cada día la situación está provocando más tensión entre comunidades alrededor del mundo debido a la sensibilidad del tema. Algunos de los ejemplos son aquellas parejas en los Estados Unidos cuyos matrimonios se llevaron a cabo en países extranjeros y que no son reconocidos por este país en donde al menos uno de los miembros de dicho matrimonio es de Estados Unidos. Por ende, la pareja extranjera en cuestión no es reconocida y no adquiere siquiera derechos de residencia. En México, el matrimonio entre el mismo sexo sólo es válido en las ciudades en donde se aplica y no en el resto del país.
Y aunque el ataque es simple, lo cierto es que es un tema que debería tratarse con la mejor objetividad y realidad con la que contamos. Ya que las mismas opiniones que hay acerca de las fallas que puede haber en un matrimonio del mismo sexo, ciertamente las encontramos en el matrimonio heterosexual. Las perversiones que la gente puede pensar que se pueden dar dentro de un matrimonio homosexual, ciertamente se pueden encontrar en un matrimonio heterosexual.
He tenido la oportunidad de conocer personas quienes desde su infancia, sus padres, ya sea el padre o la madre, han tenido una relación con una persona del mismo sexo y se sienten orgullosos de tener una comunicación y relación estable. He visto relaciones del mismo sexo con hijos y brotan un sentido de felicidad que debería ser tomado en cuenta.
Así que mientras las personas se atacan entre sí discutiendo ridiculamente solo para demostrar que supuestamente tienen la razón, mi pregunta es, qué sucede con la felicidad de aquellos que realmente desean encontrarla y establecerla en sus vidas?
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