jueves, 21 de marzo de 2013

Esta noche me abraza con un gélido gesto de armonía como lo hace un templo de hielo corazón sin el fuego de la vida que ha menguado con la llegada de nuestro hermano invierno.

De pronto contemplo mi falta de ausencia al ver las estrellas como yo en un frío universo carente de muerte porque no nace ni muere sino que sólo espera el momento de un cambio.

Así es como crece mi fe al saber que la siguiente primavera me dará un nuevo cambio.

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