jueves, 5 de septiembre de 2013

PREOCUPANTE LA VIDA DE INMIGRANTES

Ser testigo de presenciar el camino de los viajeros indocumentados es una experiencia increíblemente descepcionante ya que el ver el sufrimiento por el cual se someten no tiene justificación.

Como nación reclamámos justicia y derechos para los mexicanos que sufren en Estados Unidos y que se encuentran como indocumentados, pero como nos atrevémos ha protestar con hipocrecía cuando en nuestro propio país, hacemos lo mismo con los indocumentados de Centro y Sudámerica.

Saber que los conductores de los trenes en donde viajan los indocumentados cobran "tarifas" para poder viajar sobre el tren no tiene palabras. Gobernadores que secuestran indocumentados para tráfico de personas y órganos es un acto criminal, sin mencionar que al igual que en Estados Unidos, sus cuerpos y casos desaparecen entre papeles que son olvidados mientras sus familias jamás volverán a saber de ellos.

Lo más triste de todo es conocer personas que constantemente deben mantener la guardia para que la "migra" no los deporte de regreso a sus países y me pregunto, cómo es que pueden dormir tranquilamente? si es que lo hacen.

En mi opinión deberíamos poner el ejemplo antes de contemplar gritos de protesta y detener a las autoridades involucradas en la corrupción que afecta a estos viajeros que ló único que desean es la posibilidad de una vida mejor aunque tristemente muchos terminan a mitad del camino sin brazos, sin piernas e incluso sin vida.

Cúanto más seguiremos esperando a reaccionar y detener nuestra propia hipocrecía?
 


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